Con Amparo Sánchez Cobos.
La independencia de Cuba en 1898 ofreció una oportunidad para los anarquistas españoles que estaban siendo perseguidos y represaliados en España desde las últimas décadas del siglo XIX. Otros vieron en la Isla recién emancipada un lugar donde asentarse y continuar con sus labores de proselitismo y difusión del ideal libertario. Poco tiempo después, el ambiente de apertura y modernización que inauguró la república y el crecimiento económico que la acompañó abrieron las puertas a la inmigración, y en mayor medida a aquella procedente de la Península. Todo esto, unido al avance de las comunicaciones, propició no sólo que los ácratas españoles tuvieran fácil acceso a la antigua colonia, sino también que pudieran llevar a cabo su labor entre los trabajadores. Fueron estos hombres quienes promovieron, con la ayuda de los ácratas cubanos, la fundación de grupos y organizaciones que pusieron en marcha actividades diversas con miras a conseguir la difusión del ideal libertario, aumentando y consolidando la comunidad ácrata hasta tal punto que, durante las tres primeras décadas del siglo XX, se convirtió en claramente mayoritaria entre los sectores laborales y en la promotora de la organización de la clase obrera.
Esta es la historia de aquellos anarquistas españoles que llegaron a la mayor de las Antillas con el objetivo de formar e integrar a la incipiente clase trabajadora en un proceso propio de organización y preparación ideológica, que ellos consideraban previo a la revolución social.
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Col. Universos Americanos 1, Madrid 2008
444 págs. Rústica il. 24x17 cm.
ISBN 978-84-00-08699-2